El aprovechamiento de las propiedades
curativas de las plantas es una práctica milenaria que nunca ha dejado de
existir. El caso del nopal en México, tiene un especial significado por el papel
simbólico del asentamiento de los aztecas en el lago de Texcoco, dando lugar a
su imperio Tenochtitlan (te, piedra y nochtli, nopal). Los aztecas lo usaban
para muchos usos medicinales: para las fiebres bebían el jugo, el mucílago o
baba del nopal la utilizaron para curar labios partidos, la pulpa curaba la
diarrea, las espinas para la limpieza de infecciones, la fruta era usada para el
exceso de bilis, empleaban las pencas del nopal como apósito caliente para
aliviar inflamaciones y la raíz para el tratamiento de hernia, hígado irritado,
úlceras estomacales y erisipela. Actualmente es parte de nuestro escudo nacional
y todavía tiene usos medicinales y alimenticios muy variados.
El nopal es una planta silvestre que
sobrevive en regiones desérticas y frías. No requiere de mucha agua para su
cultivo, por lo que es una buena fuente de ingresos para muchos agricultores que
no cuentan con los recursos necesarios y viven en zonas áridas o semiáridas. Se
dice que tiene un papel ecológico importante, ya que detiene la degradación del
suelo deforestado, o sea, convierte tierras improductivas en productivas.
Existen cerca de mil 600 especies en 122 géneros de la familia de las cactáceas,
de la cual proviene el nopal. Tiene frutos, los cuales son comestibles y se
conocen con el nombre de tunas. En México la ingesta anual per cápita de nopal
es de 6.4 kilos.
@artesdemexico
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