martes, 31 de julio de 2012

Acxiom Corporation, y el negocio de la venta de datos

Saben perfectamente quién es usted. Saben dónde vive. Saben qué hace. Lo más probable es que sepan cosas como su edad, raza, sexo, peso, altura, estado civil, nivel de educación, política, sus hábitos de compra, qué preocupaciones tienen en su casa en el área de la salud, cuáles son las vacaciones de sus sueños etc., etc.
Pocos consumidores han oído hablar siquiera de Acxiom Corporation, que tiene su sede central en Little Rock, Arkansas, pero cuenta con oficinas en Australia, Nueva Zelanda, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Polonia, Brasil y China. Los analistas dicen que ha acumulado la base de datos comercial más grande del mundo sobre los consumidores y que quiere saber mucho, mucho más.
Dispone de más de 23.000 servidores que procesan más de 50 billones de "transacciones" de datos anuales. Su base de datos contiene información sobre 500 millones de consumidores en el mundo entero, con alrededor de 1.500 puntos de información por persona. La extracción y el análisis de datos a gran escala –sobre la base de información que figura en registros públicos, sondeos de consumidores y demás– son legales en los EE.UU.
Acxiom ha tenido entre sus clientes, bancos, fabricantes de autos como Toyota y Ford, grandes tiendas como Macy’s –prácticamente toda gran empresa que quería adquirir un mayor conocimiento sobre su clientela. Para Acxiom, el sistema es lucrativo. Anunció una ganancia de 77,26 millones de dólares en su último año fiscal, sobre ventas por US$ 1.130 millones.
En EE.UU., los poderes públicos afirman que las leyes actuales tal vez no estén equipadas para manejar la expansión de un sector que a menudo reúne y vende información sensible en materia financiera y de salud pero que es prácticamente invisible para la opinión pública.
En esencia, es como si el mineral de nuestras vidas manejadas por datos estuviera siendo extraído, refinado y vendido al mejor postor, generalmente sin nuestro conocimiento –por empresas que la mayoría de la gente ni siquiera sabe que existen. "Si una persona figura como diabética o embarazada, ¿qué ocurre con esa información? ¿La información adónde va?", pregunta Julie Brill, integrante de la Comisión Federal de Comercio (FTC por su sigla en inglés). "Como sociedad, debemos establecer qué reglas tiene que haber".
Marketing y persecución
Los ejecutivos de Acxiom no accedieron a ser entrevistados, pero la ejecutiva principal en el área de privacidad de la empresa, Jennifer Barrett Glasgow, apoya una mayor apertura del sector. "No es algo irracional pedir que haya más transparencia por parte de los agentes de datos", dijo en una entrevista a The New York Times en marzo. En materiales de marketing, Acxiom se promociona como "líder de pensamiento global para resolver los problemas de privacidad de los consumidores y conquistar la confianza del público".
Pero los expertos en seguridad y los defensores del consumidor la pintan como una empresa que privilegia los intereses de los clientes corporativos y contradice su postura con respecto a la transparencia. Y en una economía digital que cambia rápidamente Acxiom desarrolla técnicas aún más avanzadas para extraer y refinar datos. Ha reclutado talento de Microsoft, Google, Amazon.com y MySpace y utiliza una sólida metodología de plataforma múltiple para predecir el comportamiento de los consumidores que podría potenciar su posicionamiento entre inversores y clientes.
Obviamente, los comerciantes digitales ya personalizan los discursos de venta a los usuarios sobre la base de sus actividades anteriores. Basta pensar en las "cookies", que son códigos informáticos colocados en los navegadores para rastrear la actividad online. Los analistas dicen, empero, que Acxiom lleva adelante técnicas mucho más integrales en un esfuerzo por influir en las decisiones de los consumidores. Integra lo que sabe sobre nuestras personalidades offline, online y hasta en móviles, creando descripciones a fondo de los comportamientos hasta el último píxel.
Es un enfoque que los ejecutivos de la empresa llaman "visión de 360 grados" de los consumidores. "Hay muchos actores en el espacio digital que intentan hacer lo mismo", dice Mark Zgutowicz, analista de Piper Jaffray. "Pero la ventaja de Acxiom es que tienen una base de datos de información offline que vienen reuniendo desde hace 40 años y pueden aprovechar ese conocimiento en el mundo digital".
Jeffrey Chester, director ejecutivo del Centro para la Democracia Digital, un grupo sin fines de lucro con sede en Washington, dice: "Es el Gran Hermano de Arkansas".
Cómo crear un consumidor
Scott Hughes, propietario de una empresa pequeña en ascenso y ciudadano de Facebook, es el consumidor ideal de Acxiom. De hecho, es su creación. Es un personaje de ficción que apareció en una presentación que hizo Acxiom para inversores en 2010, pensada para mostrar el poder del enfoque multicanal de Acxiom.
Hughes se conecta a Facebook y ve que su amiga Ella acaba de hacerse fan de las computadoras Bryce, un vendedor imaginario de electrónica. Hughes sale de la página de fans de Bryce y busca una impresora rápida de chorro de tinta para comprar. Esa navegación parece inocua. Pero da la entrada a un sistema de Acxiom que reconoce consumidores, clasifica su comportamiento e influye en ellos mediante un marketing personalizado.
Cuando Hughes sigue un link al sitio de venta minorista de Bryce, el sistema lo reconoce por su actividad en Facebook y le muestra una impresora. Él se registra en el sitio, pero no compra la impresora de inmediato, de modo que el sistema lo sigue online. A la mañana siguiente, mientras monitorea las noticias sobre béisbol en ESPN. com, vuelve a aparecer un anuncio de la impresora. Esa noche, vuelve al sitio de Bryce donde le proponen una oferta más atractiva: una rebaja de 10 dólares y envío gratuito.
No es una oferta al azar. Acxiom tiene un sistema de clasificación, PersonicX, que asigna consumidores a uno de 70 grupos socioeconómicos y los consiguientes mercados para ellos. Fija a Hughes como "conocedor individual" –lo cual significa que pertenece a un grupo de gente de clase media alta que maneja su actividad bancaria online, asiste a eventos de promoción de deportes, es sensible a los precios– y responde a ofertas de envío gratuito. Correctamente encasillado, Hughes compra la impresora. Sin embargo, el sistema multicanal de Acxiom y sus socios online no están haciendo otra cosa que ponerse en marcha. Posteriormente, le envían cupones para tinta y papel, que deben redimirse a través de su teléfono celular, y una postal personalizada por correo normal para que done su impresora vieja a una escuela cercana.
Los analistas dicen que las empresas diseñan estos ecosistemas sofisticados para llevar a los consumidores a dar voluntariamente suficientes datos personales –como sus nombres, sus direcciones de correo electrónico y sus números de teléfono móvil– de manera que los comerciantes puedan llegar a los consumidores en todas partes en todo momento.
Hay, empero, una delgada línea entre la personalización y el acoso. Si bien a muchas personas les gusta la comodidad de las ofertas personalizadas, otras pueden considerar intrusivos y manipuladores a los motores de vigilancia que hay detrás. Acxiom mantiene una base de datos de unos 190 millones de individuos y 126 millones de hogares en EE.UU. En forma independiente, maneja bases de datos de clientes o trabaja para 47 de las empresas de Fortune 100. También trabajó para el gobierno tras los ataques terroristas de septiembre de 2001, brindando información sobre 11 de los 19 secuestradores.
Discriminación con datos
Este año, Advertising Age clasificó a Epsilon, otra firma de marketing de base de datos, como la agencia de publicidad más grande de EE.UU., dejando a Acxiom en el segundo lugar. La mayoría de la gente conoce Epsilon, si es que la conoce, porque el año pasado sufrió una violación importante de su seguridad, exponiendo las direcciones de correo electrónico de millones de clientes de Citibank, JPMorgan Chase, Target, Walgreens y otros. En 2003, Acxiom tuvo sus propias violaciones de seguridad. Sin embargo, los activistas en materia de seguridad dicen que están mucho más preocupados por los sistemas de clasificación que utilizan, que organizan a ciertas personas como posibles clientes de alto valor, a los cuales deben proponerse ofertas de marketing y descuentos en forma regular, rechazando a otros por tener valor bajo –conocidos en la jerga del sector como "desperdicio".
Si los algoritmos de marketing consideran que ciertas personas no son dignas de recibir promociones relativas a educación superior o servicios de salud, podrían tener un impacto serio.
Este año, la Comisión Federal de Comercio publicó un informe en el cual exhortaba a los agentes de datos a tener más transparencia y pedía al Congreso que dé a los consumidores el derecho a acceder a la información. El Catálogo de Productos sobre Bases de Datos de Consumidores ofrece centenares de detalles –llamados "elementos"– que los clientes corporativos pueden comprar sobre individuos u hogares. Las empresas pueden comprar datos para identificar hogares que estén preocupados, por ejemplo, por alergias, diabetes o "necesidades de personas mayores".
Los clientes en general compran estos datos porque quieren aferrarse a sus mejores compradores o encontrar nuevos –o ambas cosas. El catálogo también ofrece, no obstante, información delicada, lo cual alarma a algunos activistas en el área de la privacidad, que se preocupan por el mal uso por parte de terceros. Esta información incluye intereses de los consumidores como "Familias cristianas", "Dieta/Adelgazamiento", "Juegos/Casino", "Ganar dinero" y "Cigarrillo/Fumadores".
"Nuestro modelo racial"
Acxiom también vende datos sobre la raza, la etnia y el país de origen de los individuos. "Nuestro modelo racial", dice el catálogo "brinda información sobre la principal categoría racial: caucásicos, hispánicos, afroamericanos o asiáticos. Empresas rivales venden datos similares. Los datos de Acxiom sobre raza y etnia se utilizan "para atraer a esas comunidades con fines de marketing", dijo Barrett Glasgow, la ejecutiva en el área de privacidad.
Puede llegar a haber una necesidad comercial legítima para algunas empresas, como los restaurantes étnicos, de conocer la raza o la etnia de los consumidores, dice Joel R. Reidenberg, experto en privacidad y profesor en la Escuela de derecho Fordham en Nueva York. "Al mismo tiempo, esto es discriminación étnica", dice. "Las personas que figuran en la lista están siendo vendidas en base a sus estereotipos étnicos. Hay un derecho muy fuerte de los ciudadanos a vetar la mercantilización de su perfil".
La ficha técnica de Acxiom explica que en su sistema, un empleado de tienda "no tiene más que capturar el nombre del comprador en un cheque o una tarjeta de crédito de terceros en el punto de venta y luego solicitar al comprador su código de área o número de teléfono".
Acxiom puede a continuación identificar a los compradores con un margen de error de 10 por ciento. "Es una forma directa de burlar las preocupaciones que tiene la gente sobre la privacidad", dice Chester del Centro para la democracia Digital.
Los reguladores de la Comisión Federal de Comercio se negaron a hacer comentarios sobre las prácticas de empresas individuales. Jon Leibowitz, presidente de la comisión, dijo en cambio que los consumidores deberían tener derecho a ver y corregir detalles personales que los atañen y fueron reunidos y vendidos por compiladores de datos. Después de todo, "son los ciberazzi invisibles que reúnen información sobre todos nosotros", dijo.
@revistaenie

jueves, 19 de julio de 2012

Gigantesco iceberg se desprende de Groenlandia

Un iceberg que duplica en tamaño a Manhattan se desprendió del enorme glaciar Petermann de Groenlandia, un hecho que podría acelerar retroceso del hielo hacia aguas del norte, dijeron científicos el miércoles.
Esta es la segunda vez en menos de dos años en que gigantescas islas de hielo se desprenden del glaciar. En 2010, una enorme masa de hielo, mayor que el actual iceberg, se separó del Petermann dirigiéndose al mar, pero no causó daños.
Los desprendimientos del glaciar pueden invadir las rutas marítimas del Atlántico Norte o poner en peligro las plataformas petroleras ubicadas en alta mar frente a Terranova, dijo la experta Trudy Wohlleben, del Servicio Canadiense del Hielo.
Imágenes satelitales de la NASA mostraron al iceberg separándose de una parte del glaciar que flota en el océano a continuación de la extensión en tierra, y desplazándose corriente abajo a lo largo de un fiordo en la costa noroccidental de Groenlandia.
En el 2001, se había notado una fisura en el glaciar.
El martes, un satélite captó una separación mayor entre el glaciar y el iceberg, mientras que los trozos de hielo río abajo se estaban quebrando, dijo la NASA en el sitio http://earthobservatory.nasa.gov/NaturalHazards/view.php?id=78556&src=nhrss.
El movimiento de esta gran masa de hielo a aguas abiertas no tendrá un impacto inmediato en el nivel del mar, pues el iceberg era ya parte de una capa de hielo conectada a tierra pero que se extendía sobre el agua.
@Milenio

martes, 10 de julio de 2012

Comunistas nazis????

Su bandera es igual que la de la Alemania nazi, pero han sustituido la esvástica por la hoz y el martillo. Los nacional-bolcheviques forman uno de los grupos más activos y radicales del bloque anti Putin «La Otra Rusia». Al igual que muchos rusos de hoy en día, los del ilegalizado Partido Nacional Bolchevique (PNB) echan de menos la grandeza de la antigua URSS. Como tras la caída del muro de Berlín empezaron a sentir un cosquilleo nacionalista que se hizo con el tiempo extremo, tomaron ideas y estética nazis y soviéticas y se apuntaron a una ideología que nació en los años veinte del siglo pasado.
Los «nazbol», liderados por el escritor «rojipardo» Eduard Limónov, han portado en sus manifestaciones símbolos cristianos ortodoxos y banderas de Corea del Norte. Cuando protestan contra Putin, normalmente levantan el puño firme y en alto, pero de vez en cuando saludan a la romana. Con sus cabezas rapadas muchos de ellos, gritan uno de sus lemas favoritos: «Rusia es todo, el resto no es nada». Radicales hasta la médula, los jóvenes del PNB llegaron a asaltar el Ministerio de Finanzas ruso. Tras un largo proceso de ilegalizaciones y readmisiones por parte de la justicia del país, la Corte Suprema rusa proscribió finalmente la formación liderada por Limónov.
El nacional-bolchevismo tiene entre sus principales ideólogos a Alexander Dugin, que alaba el pasado zarista y estalinista de Rusia y ansía un imperio euroasiático -desde Dublín a Vladivostok y desde el océano Índico hasta el Ártico- gobernado por un régimen «fascista rojo». Dugin defiende un tradicionalismo enfrentado al mundo occidental que capitanean los Estados Unidos, y pide la unión de comunismo, socialismo y fascismo en una nueva ideología anticapitalista, antiliberal y antiindividualista. Los «nazbol» admiran también las figuras del ministro de la Propaganda del III Reich Joseph Goebbels y del líder soviético Iósif Stalin. Uno era de los más rojos entre los nazis y el otro de los más nacionalistas entre los rojos.
Los de Limónov tenían antes en la dirección nazbol.ru su página web, pero esta, como tantas otras vinculadas al PNB, ya no existe. Era un sitio extraño donde se juntaban imágenes y cartelería que llamaban a la insurrección violenta y fotos de chicas jóvenes más o menos vestidas portando metralletas y brazaletes con los símbolos nacional-bolcheviques. A los «nazbol» no les importa la desaparición de sus antiguos sitios web, han nacido otros.
Malas compañías
En el bloque anti Putin Drugaya Rossiya, «La Otra Rusia», que tiene como máximos dirigentes a Eduard Limónov y Gari Kaspárov, caben todos los que estén contra Putin. Pero, ¿cómo es posible que en esta coalición se alíen liberales y fuerzas que piden una democracia más transparente y menos corrupta por un lado, y extremistas totalitarios de derecha y de izquierda por otro? «Es un conglomerado diverso y en ocasiones contradictorio, porque pretende representar "todo lo demás"», explica la profesora de Historia Contemporánea de la Universidad Carlos III de Madrid Montserrat Huguet.
Además, puede que todos los que forman parte de «La Otra Rusia» compartan algo más que su rechazo a Putin: el nacionalismo. «Ninguna posición política que aspire a derrotar a Putin puede eludirlo. Hay generaciones aún vivas que han crecido en la propaganda nacionalista soviética, y los rusos son por lo general muy nacionalistas», asegura Huguet. El gobierno ruso coincide en esto con sus detractores «nazbol». «Putin y sus modos “dictatoriales” vienen de la URSS y se adaptan a un mundo globalizado. El nacionalismo que publicita el presidente es eslavizante en extremo, mira hacia oriente y se aísla de los intereses europeos y occidentales», afirma la profesora.
En occidente extraña ver a Gari Kaspárov al lado de Eduard Limónov y los «nazbol», pero puede que tengamos una imagen algo edulcorada del ajedrecista. «Pese a la internacionalización de su figura y la enorme capacidad de empatía que despierta, no hay que olvidar que Kaspárov, el líder tal vez más destacado de “La Otra Rusia”, es un hombre hecho en la URSS», recuerda Huguet. Kaspárov y Putin «se miden en la estrategia, y a los rusos, amantes del ajedrez, les gustan las lizas», afirma.
En opinión de Huguet, el nacional-bolchevismo no es un peligro importante para Europa occidental, pero «otra cosa son las repúblicas en torno a la Rusia europea y en especial asiática, todas ellas con democracias jóvenes y grandes desajustes estructurales». Ante el crecimiento del movimiento «nazbol», la profesora recuerda: «Pese a sus diferencias, algo que sí tuvieron en común los planteamientos políticos del nacionalsocialismo alemán y del comunismo soviético fueron la xenofobia y las acciones de exterminio». «En la Rusia de Putin sólo cabría confiar en un salto adelante del potencial económico del país para desactivar el malestar social y con ello asegurar la quiebra de los extremismos», cree Huguet.
Los «nazbol» en España
En nuestro país, Alternativa Europea (AE) ha sido la formación política más próxima a los postulados nacional-bolcheviques. Incluso mantuvo una alianza con la formación de Eduard Limónov a través del Frente Europeo de Liberación. Los antiguos miembros de AE integran hoy el Movimiento Social Republicano (MSR), partido político neonazi que se dice «nacional-revolucionario» y que forma parte de la Alianza Europea de Movimientos Nacionales, un club ultraderechista al que también pertenecen el Jobbik húngaro, el Partido Nacional Británico y el Frente Nacional francés de los Le Pen, entre otros.
El líder del MSR -y antes de Alternativa Europea- es Juan Antonio Llopart, quien en su artículo Ramiro Ledesma Ramos, ¿un nacional-bolchevique? afirma que «el nacional-bolchevismo es la unión armónica entre las concepciones más radicales de lo nacional y lo social». Y añade: «Los nacional-bolcheviques [alemanes] preferían una alianza o acercamiento con la Rusia soviética, antes que con las democracias occidentales, como Gran Bretaña, hecho que los diferenciaba claramente de los planteamientos de Hitler». El líder del MSR también recoge el punto de vista que al respecto tenía el fundador de las fascistas JONS, Ramiro Ledesma: «El comunismo soviético va convirtiéndose cada vez más en un nacional-comunismo. Stalin está haciendo el viraje de la revolución mundial proletaria de Lenin a la revolución nacional rusa».
Llopart se lleva muy bien con Alexander Dugin, con quien se le puede ver en varias imágenes en su blog personal. También se confiesa seguidor de las ideas de Gregor Strasser, un líder de la facción más obrerista del Partido Nazi que defendía la alianza entre el III Reich y la URSS, y de quien se deshizo Hitler en la conocida como «noche de los cuchillos largos», la purga que acabó con las SA o Sección de Asalto del ala izquierdista del partido.
@GuillermoLlona