martes, 25 de septiembre de 2012

España cada vez fabrica menos autos


El sector del automóvil español no solo sufre el hundimiento de sus ventas en el mercado nacional. Ahora también padece las consecuencias del frenazo de las matriculaciones en el conjunto de Europa. Los grupos automovilísticos se ajustan a la nueva realidad de ralentización de la demanda y recortan drásticamente el ritmo de producción de sus plantas españolas.
El sector del automóvil español es abiertamente exportador. De forma sostenida en torno a un 90% de la producción de automóviles que sale de las plantas españolas tiene por destino el extranjero, muy singularmente el mercado europeo. Con las dos patas del negocio en horas bajas, las plantas españolas producirán este año menos de 2 millones de vehículos, el peor dato desde 1993, según las nuevas estimaciones de la patronal de fabricantes Anfac.
El desplome de la producción por debajo de la cota de los dos millones supone una fuerte caída del 15,7% en relación a 2011 (que cerró con 2,35 millones de coches). Pero también confirma que España ha perdido casi un tercio de su producción automovilística durante los años de crisis: el desplome es del 30,5% en relación a los 2,88 millones de automóviles que se fabricaron en el país en 2007.
Entre enero y junio de este año, la producción de vehículos en España se quedó en los 1,09 millones de unidades, con una caída del 18,34%, lo que define la tónica del ejercicio. La debilidad de casi todos los mercados ha provocado que la exportación de vehículos también caiga en el semestre, con un retroceso hasta junio del 21,28%, hasta 940.186 unidades enviadas a otros países.
"El descenso de los mercados tradicionales europeos donde España dirige los vehículos que produce, inciden de manera directa en los volúmenes de producción de nuestras factorías. De ahí la industria española esté diversificando su producción con nuevos destinos de exportación, que está permitiendo a las factorías moderar el impacto del descenso de la fabricación española", explica Anfac en un comunicado.
La patronal de traficante trabaja en un plan de regeneración de la producción con el objetivo de elevar de nuevo la cota de fabricación hasta el entorno de los 3 millones de vehículos. Una cifra que las plantas del país no alcanzan desde el ejercicio 2004.-
@expansioncom
@davidpagep

domingo, 16 de septiembre de 2012

9ª. Bienal de Radio en México

Organizada por la Secretaría de Educación Pública y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes a través de Radio Educación, la Bienal Internacional de Radio es el evento académico más importante del mundo, en lengua española, en materia radiofónica.
A lo largo de sus 18 años se ha ido consolidando como un encuentro que reúne a estudiosos y creadores de radio de diversas partes del mundo así como a estudiantes, profesionales y académicos para abrir espacios cuyo objetivo fundamental es el intercambio de experiencias, el análisis y la formación en uno de los factores mediáticos determinantes de la cultura contemporánea: la radio.
Teniendo como tema general La radio en la cultura, la cultura en la radio esta 9ª. Bienal se propone reflexionar sobre el presente y el futuro del medio desde la perspectiva de disciplinas humanísticas y sociales que propongan ámbitos de análisis alrededor de lo comunicativo, valorando el instante radiofónico y la coyuntura como elementos fundamentales de un hacer y un pensar sonoro, pero también proponiendo un examen de cómo la radio es parte de un proceso cultural-vale decir, simbólico- y al mismo tiempo, propicia y es vehículo de resignificaciones en constante movimiento.
Del 1 al 6 de octubre, en el Centro Nacional de las Artes se llevará a cabo este evento que reunirá a especialistas de México y el mundo para analizar la situación de la radio hoy en día y compartir experiencias sobre éste que sigue siendo, en todo el mundo, el medio más extendido.
Más información enwww.bienalderadio.gob.mx
Fuente: @RadioEducacion

domingo, 9 de septiembre de 2012

Los cien años del Museo Pushkin de Moscú

MOSCÚ.- La galería, que alberga alrededor de 700 mil piezas, conmemora su onomástica con una gran exposición de obras maestras cedidas para la ocasión por los principales museos del mundo, entre ellos, el Prado que cedió hasta finales de julio pinturas de Velázquez, El Greco y El Bosco, artistas muy apreciados por el entendido público ruso.
“Estamos muy contentos de que entre las obras que nos cedieron figure, en particular, El príncipe Baltasar Carlos a caballo del Prado”, dijo Andréi Tolstoi, director de investigaciones científicas del museo.
La exposición, titulada Museo Imaginado, incluye obras provenientes de 27 colecciones estatales y privadas que fueron traídas a Moscú bajo estrictas medidas de seguridad.
“Este año ha sido muy especial para nosotros: hemos tenido que rendir cuentas y explicar al público lo que hemos hecho en estos cien años”, explica Tolstoi.
Con este fin, el museo organizó una exposición dedicada al centenario de la galería. Además, todos los departamentos del museo aportaron a la publicación de un libro que narra su historia y muestra sus riquezas, entre ellas, obras que eran desconocidas para el público.
Además, el Pushkin, que tradicionalmente ha prestado gran atención a los niños -incluso tiene un centro de educación estética para los menores llamado Museón-, editó varias guías para los pequeños visitantes.
El centenario de la galería, que no sólo conservó sino consiguió ampliar su colección del patrimonio artístico mundial entre guerras y la época de la “cortina de acero”, ha servido para recordar a las autoridades los problemas del museo, que no puede exponer todo lo que considera merecedor de ser visto.
Con vistas al futuro, la pinacoteca, que guarda muchas obras incautadas tanto de los coleccionistas particulares en la Rusia zarista como de los nazis alemanes durante la Segunda Guerra Mundial -por lo que el museo se ha visto envuelto en diversos litigios-, aspira a ver completada su renovación, un ambicioso plan arquitectónico que aún está siendo consensuado con el Ayuntamiento de la capital rusa.
Su ampliación
Todas las esperanzas del museo están puestas en su estrategia de desarrollo, anunciada en 1998 y que ya cuenta con el respaldo de las autoridades. El plan prevé una considerable ampliación del complejo artístico hasta convertirlo en una ciudad-museo para el año 2018.
El complejo comprenderá un total de 12 edificios, entre ellos mansiones de los siglos 18 y 19 y modernos conjuntos arquitectónicos. Al contemplar la maqueta del proyecto cuesta hacerse una idea de las vueltas del destino que ha experimentado el Pushkin en sus cien años.
Su historia comenzó en 1893, cuando el historiador Iván Tsvetáyev propuso crear con fines educativos un museo-depositario público de moldes y copias de obras clásicas del arte mundial bajo la égida de la Universidad Estatal de Moscú.
Para este objetivo, la Duma de Moscú le cedió un terreno próximo al Kremlin, en la calle que lleva hoy el nombre de Voljonka. Su primera piedra fue colocada el 17 de agosto de 1898 gracias a la ayuda del filántropo ruso Yuri Necháyev-Maltsov. El diseño del museo se le encargó a Román Klein, un famoso arquitecto de la época, quien ya había hecho una considerable aportación a la arquitectura de Moscú.
Antes de acometer la tarea, Klein se desplazó a Grecia y Egipto para estudiar sus arquitecturas urbanísticas y hallar inspiración. Así, hoy podemos disfrutarnos de las líneas clásicas y columnas jónicas del museo, familiares no sólo para los moscovitas sino para turistas de otras provincias rusas y del extranjero.
La construcción básica se dio por terminada en 1904, mientras el museo se inauguró en 1912, bautizado con el nombre del emperador Alejandro III de Rusia. Al principio, el museo, que mayormente se dedicaba a la escultura clásica, exponía copias en yeso para alumnos.
Sin embargo, la caída de la monarquía rusa y la revolución bolchevique de octubre de 1917 cambió la suerte del museo, que por orden de los revolucionarios triunfantes se convirtió en 1924 en un depósito de las obras nacionalizadas de los coleccionistas que habían huido del país y se vieron obligados a abandonar sus tesoros, muchos de los cuales habían sido traídos desde el extranjero y habían pasado de generación en generación durante siglos.
En aquella época de severos y a menudo caóticos cambios y la posterior Guerra Civil, el museo sufrió las mismas perturbaciones que vivía el país, lo que repercutió en el carácter dispar de sus fondos. En los años 30 el museo creció considerablemente, pues recibió fondos del Hermitage de San Petersburgo. Y al igual que a la mayoría de las instituciones fundadas en la época zarista, los comunistas le cambiaron el nombre al museo. Pero esto ocurrió 20 años después de la revolución, en 1937, que marcó el comienzo de las mas sangrienta represalias estalinistas, conocidas como el Gran Terror. Se le dio el nombre de Alexandr Pushkin, considerado el mayor poeta ruso, y quien era bien visto por los comunistas por sus simpatías con los adversarios de absolutismo.
Durante la Segunda Guerra Mundial, parte considerable de los fondos del Pushkin fue a ciudades lejanas de los combates con los nazis y aún alberga algunas de las pinturas y obras de arte que fueron obtenidas como trofeos por los soldados soviéticos al conquistar Berlín en 1945 y que, en su gran mayoría, ya fueron devueltas a los alemanes. Hoy, la directora del museo, Irina Antónova, se opone a la devolución de algunas otras piezas, como los tesoros del último rey de Troya. (EFE Reportajes)
Fuente: @anotartemx